Esa bella, bella temporada de las votaciones de DJ Mag para definir su Top 100 regresó y adivinen qué… Todos los DJ’s se montan en el tren.
Ya sabemos todos que esta lista no es por el talento, ustedes (fans) lo saben, los DJ’s lo saben, los críticos lo saben, los periodistas lo saben, pero al parecer, los promotores de eventos, no. Aquí es donde radica todo el meollo y controversia de esta lista, pues tu posición en esta infame lista, determinará qué tanto vas a trabajar durante ese año por un simple número.
Ok, pero vayamos a la raíz, que en parte no está tan mal que esta lista sea por popularidad netamente, pues si bien se eligiera un jurado o fuera por pericia entre el DJing y la producción, caeríamos en un tema de favoritismos, que la técnica y el gusto muchas veces no comulgan, es por eso que se optó por lo que el público decidiera, un público reducido, conocedor y sin tanto acceso al internet como hoy en día.
Bueno ¿qué falló en el proceso? La tecnología, los bots y la ambición de DJ’s carentes de talento, pero que podían suplir eso con producciones monumentales que en su amplia mayoría son producidos por un ghost, videos excelsamente realizados, un show que apuesta más a la interacción que a la música, la depravación de la imagen e idea de un productor y DJ como influencer, estos ingredientes es lo que nos ha dado una escena débil, efímera y de papel.
No malentiendan lo último, quizás la música electrónica como ente esté viviendo su momento más alto y maravilloso, producciones con artistas fuera de la escena, fusión con otros géneros, festivales única y exclusivamente dedicados a éste maravilloso género. ¿Qué falla? Porque también se vive una detracción fuerte hacia los géneros que introdujeron a todos a ésta escena, sencillo, talento.
Allá afuera hay mucho talento, desafortunadamente no siempre se ve apoyado o no brilla por el momento que vive la escena, un claro ejemplo es que jamás hubiera visto a Dimitri Vegas & Like Mike compartiendo créditos con David Guetta, pues ambos vienen de escenas muy diferentes y mucho menos que ambos estuvieran en un track con Daddy Yankee y Natti Natasha. ¿Por qué pasa eso? La escena purista y no tan purista está consciente de la falta de talento y poca empatía con la audiencia, entonces la solución es… Crear más adeptos a la música electrónica, aquellos que por esa fusión con el género latino, conocerán a los belgas y serán su primer y posiblemente única referencia de la música electrónica.
Este fenómeno es algo que lamentablemente llegó a la escena nacional, como muchos saben hay DJ’s dentro de DJ Mag hoy en día, quienes hasta el momento son lo mejor que tenemos que ofrecer al mundo, sin embargo por cómo se ha movido la escena en estos últimos meses, podemos prever que para la edición 2019, habrá muchos más DJ’s nacionales en esta lista y que no deberían estar ahí.
No señores, no es por ser detractor, eventualmente el talento saldrá a la luz, pero de los nombres que sabemos que estarán ahí, realmente no merecen esa posición por las formas en las que están llegando y hay muchos que de verdad están siendo fieles a sus principios y por esta razón, ellos, siempre merecerán nuestro respeto.
Es por eso que le damos sentido al título ahora, claro que DJ Mag les traerá un castillo sobre las nubes, pero no por la altura, sino por la falta de cimientos firmes.