Más de 70,000 asistentes vivieron Estéreo Picnic Colombia 2018

Óscar Delgado
Óscar Delgado

Reseña Por: Alberto Oyaga

Foto por: María Márquez

Durante el 23, 24 y 25 de marzo, Bogotá bailó y vivió el mayor evento musical que hoy por hoy tiene Colombia: el festival Estéreo Picnic. A pesar de la lluvia que siempre acostumbra acompañar el evento, los asistentes recibieron con calidez el que, quizá, fue el cartel más completo en la historia del FEP, y que hizo historia en un país cuyo panorama musical era reducido hasta hace menos de una década.

Primer día

La primera jornada nos recibió con un frío impresionante marcado por la lluvia, la cual contrastó con la energía que se percibía en el parque de la 222, locación a las afueras de la ciudad donde las montañas y las arboledas dan un aire distinto, puro y mágico a la música. Los primeros actos, parte de la apuesta local que cada año se hace más sólida en el festival, no se dejaron opacar por los actos internacionales que les siguieron. MNKYBSNSS demostró en su set en vivo por qué es uno de los proyectos electrónicos colombianos que más fuerza ha tomado recientemente, mientras la Chiva Gantiva sintetizó sonidos autóctonos con géneros como el Rock, dejando en el lugar los primeros chispazos de baile. Milky Chance, por su parte, fue recibido con una euforia pocas veces vista en el Estéreo Picnic, la misma que ovacionó a una Lana del Rey que con su pop melancólico supo complacer a sus fans, ansiosos por verla en su primer concierto en estas tierras. De la mano de Soffi Tukker, quizá el espectáculo revelación de este año, empezó el horario estelar del festival, en el que un The Killers prolijo hizo saltar como nunca a los festivaleros, recordando que el indie sigue más que vivo, a la vez que Dillon Francis cerraba el escenario Budweiser en un set marcado por la pirotecnia, el humo, los fuegos artificiales y un bajo que retumbaba en nuestros pechos, en el que mezcló desde el pop hasta canciones de salsa (una movida para complacer al público latino) con su acostumbrado EDM.

Segundo día

Luego de descansar a medias nos esperaba la mejor jornada del festival, cuya programación era tan rica y variada que bien podría considerarse el día más sólido de todos los Estéreo Picnic. Ondatrópica, proyecto conformado por el antropólogo y estudioso de la cumbia Mario Galiano y el gran productor inglés Quantic, dio su cuota de cumbia al día, acto al que le siguió Kali Uchis, que nos deslumbró con un show cargado de sensualidad donde se percibieron las múltiples influencias de la cantante: el soul, R&B, rap, pop, e incluso algo de reggaetón cohabitaron durante su show. Mac Demarco nos hizo flotar con su suave rock psicodélico, Dengue dengue dengue deleitó al público capitalino con su electrónica andina, y Galantis con un show enorme, vistoso y enérgico (quizá aquel en el que la euforia de los oyentes fue más notoria), terminó un ciclo de grandes actuaciones en el escenario Budweiser. Pasada la media noche se subió al escenario nada más y nada menos que Gorillaz, esa institución musical (pues es más que una banda) que gira alrededor del genio Damon Albarn. Durante algo más de una hora y media decenas de músicos (entre los que contamos a Kali Uchis y De La Soul) participaron de un espectáculo sin precedentes en este país, donde los asistentes gozamos con el único proyecto capaz de hacer bailar a tu niño interior y a tu actual Yo más fiestero. Luego del maravilloso recorrido por la música que nos dio Gorillaz (pues en su acto se suman armoniosamente el rock, el rap, la música electrónica, R&B, Funk, Disco, por mencionar solo algunas de las influencias del grupo), asistimos al show de Hardwell, que terminó de aturdir nuestras cabezas con beats violentos, cerrando con una cátedra de EDM el segundo día del festival.

Tercer día

Aunque uno pensaría que luego de dos días de fiesta las energías de los asistentes ya habrían menguado, vivimos una jornada en la que los festivaleros derrocharon euforia, casi como si el festival aún estuviera empezando. La banda británica Royal Blood supo satisfacer incluso a aquellos a quienes no gusta mucho el rock, pues su acto fue tan enérgico y visceral que no había modo de no aplaudirles. A ellos les siguió Zoé, un conocido de la casa cuyo encanto no decae, y que dio paso a LCD Soundsystem, banda que venía a presentar el primer disco desde su reunión, y que nos deleitó con un show electrizante. El festival iba llegando a su final y, claro, era hora de cerrar con un último baile; DJ Snake cerró el escenario Budweiser con un set que encendió los ánimos por una última vez, y como si fuera la primera noche bailamos al ritmo frenético de su mezcla, mientras The Black Madonna, en el escenario Chevrolet Beat, alargó su set 30 minutos para darnos, en total, un show de más de dos horas en los que el house y el techno se tomaron la pista, y se conjugaron para dar una de las mejores sesiones que tuvo la música electrónica en el festival.

Ansiosos por ver qué nos traerá la décima edición del Estéreo Picnic, y agotados por todo el baile y la energía que el festival sacó de nosotros durante sus tres días, nos despedimos de un fin de semana lleno de talento y buena música. Solo queda decir que el FEP dejó la vara muy alta, y que habrá que esperar al 2019 para saber si el mayor festival de Colombia es capaz de superar su versión de este año, que nos dejó más que contentos, sorprendidos y satisfechos.

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