Cray es una DJ, productora, cantante y básicamente lo que le da la gana, nació y creció en Vancover, Canadá y ahora vive disfrutando el calor de Los Angeles, California. Su carrera inició por allá de 2015 variando y probando sonidos hasta poder adoptar uno propio que la “define” hoy en día.
Su talento es único, pues en sus tracks refleja mucho de su personalidad, la cual es un tanto compleja pero muy amena, a continuación te dejaremos 5 razones por las cuales debes amar a Cray:
No tiene género
Vamos, solo basta con escuchar un par de sus tracks para que te des cuenta que Cray no se encierra en un sólo género, creando pistas muy armoniosas y pegajosas. En palabras propias de la artista cuenta que “sacaré la música que quiera, del género que quiera, no importa si es indie-pop, house o lo que se me de la gana”, sin duda un deleite.
Escribe su propia música
Si bien Cray no se encierra en un género, su música tiene un patrón, buenas letras. Y no es para menos, pues ella no solo canta sus tracks, sino también los escribe, esto se debe a que ella busca mantener una vida bastante normal a pesar de su carrera que ha ido en ascenso.
Su estilo único
Además de ser hermosa, Cray logra conjugar un estilo y forma de vestir muy particular que llama la atención de una forma muy poderosa aunado a que se pinta el pelo de un lado negro y del otro rubio, Cray dice que le gusta reflejar lo que es a través de todo, no solo de su música.
Era streamer de videojuegos
Antes de saltar a la fama en 2015, se dedicó a la transmisión de juegos en línea, y rápidamente construyó una comunidad sustancial en Twitch. CRAY comenzó a incluir sesiones de DJ en sus transmisiones en vivo y pronto, ya tenía a una multitud de fanáticos en línea, tanto con sus juegos como con su música.
Su personalidad
Si algo podemos rescatar de todo esto es que la personalidad de la canadiense es magnética y la pasión que le imprime a todo lo que hace es lo que la ha llevado al éxito y creemos que no debes perderla de vista, pues estarás escuchando mucho más de ella, ya que el éxito no la ha cambiado.